Capacitaciones ¿Una inversión, un gasto o una obligación?

Imaginemos que somos una empresa que elabora panificados y que uno de los panaderos tiene una herida en la mano protegida con un apósito. Dado que él se dedica a realizar el moldeado de los panes, siempre está en contacto directo con la masa. Más tarde, el pan elaborado a partir de esa masa se encuentra en la mesa de una familia. Al momento de consumirlo se encuentran con un apósito en el interior del mismo. ¿Cómo se sentirían si esto le sucediera a su familia? ¿Qué harían en ese lugar? ¿y si se tratará de su empresa?
Con la relevancia que hoy tienen las redes sociales y la velocidad en la que corren las noticias, esto puede perjudicar a la imagen de la empresa, logrando que no solo la familia que vivió el hecho no vuelva a comprar, sino que cualquier otro cliente actual o futuro, dude o directamente no compre. Si esta cadena sigue creciendo, se reduce el trabajo en la empresa y en consecuencia la misma deja de funcionar.
Sabemos que, para obtener la libreta sanitaria, todo manipulador de alimentos debe contar con una capacitación obligatoria en Buenas Prácticas de Manufactura y rendir un examen. Pero esto no termina ahí, debemos lograr que los manipuladores comprendan que un acto inseguro de su parte puede afectar a la persona que consume nuestros productos y que una mala acción puede generar un efecto dominó que finaliza con ellos mismos como perjudicados.
Una herramienta de prevención
Capacitar al personal que realiza las tareas en nuestra empresa es una herramienta que influye positivamente en la prevención de riesgos. Henry Ford una vez dijo “Sólo hay algo peor que formar a tu personal y que se vaya, no formarlos y que se queden.”
Pero ¿qué significa capacitar? Según el diccionario, capacitar significa hacer a alguien apto o habilitarlo para hacer algo. En una capacitación transmitimos conceptos e instrucciones sobre cómo realizar una tarea con la intención de que estos se transformen en hábitos, pero… ¿es esto suficiente? ¿Cuál es el verdadero objetivo de una capacitación? Detrás de toda capacitación el objetivo debe ser el de lograr la toma de conciencia, es decir que la persona a la cual estamos capacitando entienda la importancia de su tarea, que puede suceder si la misma se realiza de una forma distinta o si no se cumple. Podremos lograr el sentido de pertenencia, dándole lugar a que entienda el rol que cumple dentro de la organización,
escuchando las situaciones diarias que se le presentan, además de brindarle un espacio y un momento en el que se sienta valorado ya que la organización a la que pertenece ha decidido invertir tiempo en él y que al final del ciclo tendrá un efecto directo sobre la productividad de la empresa.
Dictada la capacitación, resuelto el problema
¿Pero luego de capacitar estamos seguro que las tareas o actividades se pueden realizar sin lugar a errores y dudas? La respuesta es no. Existe una segunda etapa que es la de evaluar si esa capacitación ha sido eficiente. Muchas veces se suelen realizar evaluaciones escritas del tipo multiple choice, pero existe una segunda alternativa que suele ser más eficiente, la supervisión de las actividades y la implementación de acciones de mejora que las acompañen.
Las capacitaciones pueden darse en distintos formatos:
- Charlas grupales programadas,
- Charlas individuales en el lugar de trabajo
Pero no importa cual fuera el formato, la intención es que las mismas sean entretenidas para los participantes, realizando actividades que logren que ellos mismos hablen y cuenten de su día a día, utilizando material audiovisual como videos e imágenes con impacto. Como líderes de una organización no solo deberíamos asegurarnos que se dicten capacitaciones, sino también participar de esta tarea capacitando a través del ejemplo. Por ejemplo, si es requisito el uso de protección para el cabello cuando circulamos por la planta, utilizarla; si vemos que alguien no cumple con un procedimiento, recordarlo.
Programas de capacitaciones
Podemos concluir entonces que la capacitación es una inversión que nos ayudará a mejorar la calidad de nuestros productos, las competencias del personal y la productividad del negocio.
Además de realizar la capacitación obligatoria para la obtención de las libretas sanitarias, para implementarlas efectivamente, internamente deberíamos contar con un programa anual de capacitaciones. En su contenido principal deberíamos incluir todos los procedimientos y políticas de inocuidad, e ir alimentándolos con los temas en los que vemos recurrencias y debemos continuar trabajando. No debemos olvidarnos de diseñar e implementar una inducción como parte de este programa para dar a conocer las pautas y políticas de trabajo al personal ingresante.
Recuerde, “Si cree que la capacitación es cara… pruebe con la ignorancia”, Derek Bok, Ex rector Harvard University.
Yanel Ruiz Diaz
Ing. En Alimentos
yanel.ruizdiaz@inoquo.com.ar
www.linkedin.com/in/yanelrd
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